Educación Preescolar

PUBLICAICONES DE REVISTA


Excelencia En La Educación Preescolar: ¿Qué es?

Por Milton Uecker

El tema de las mejores prácticas para niños sigue como un punto no resuelto en colegios cristianos. Recientemente recibí un email acerca de las estrategias apropiadas para el desarrollo como una consideración legítima en su colegio. La preocupación fue que las estrategias resultarían en un empobrecimiento del currículo. La pregunta vino de un deseo sincero de proveer un programa eficaz para niños, un programa que encaja con las altas normas educativas de hoy. ¿Cómo podemos enseñar al niño integral para prepararle plenamente para un futuro que exigirá no sólo el dominio intelectual estándar, sino también tenga curiosidad, creatividad, conocimiento general, competencia social y que le guste aprender que los futuritas predicen será altamente valorado en el economía de mañana? (Friedman 2006; Pink 2005) ¿Qué caracteriza excelencia en la educación inicial?

Según Thomas Armstrong en su libro Los Mejores Colegios: Cómo Investigación del Desarrollo Humano Debe Informar La Práctica Educativa (2006), la dirección que un programa educativo sigue depende del “discurso” del liderazgo o modo de pensar generalmente acerca de la educación y el proceso de enseñanza-aprendizaje. Armstrong identifica dos opiniones dominantes o discursos que influyen en la práctica educativa de hoy. El discurso de éxito académico, el discurso del desarrollo humano, o ambos influyen en el medio ambiente de un programa, sus prácticas diarias, su currículo y los resultados esperados. Contrastando con de estos sistemas de creencias con frecuencia crean un conflicto porque lo que hacemos en el salón de clase y lo que creemos acerca de la naturaleza y necesidades del niño algunas veces no están alineadas.

El discurso de los logros académicos enfocado en los aspectos cognitivos o académicos de la educación. Pruebas estandarizas que miden los logros y educadores utilizando normas de grupo para evaluar los resultados. La necesidad por estándares uniformes y exigentes y la preparación para el futuro fuertemente influyen en el diseño del programa y la experiencia educativa de los niños (Armstrong 2006). Las exigencias actuales impulsan a establecer expectativas más altas en el currículo.

En contraste, el discurso del desarrollo humano “coloca mayor énfasis sobre lo humano que en lo académico” (Armstrong 2006, 36; itálicas en el original). El énfasis sobre el desarrollo humano sugiere un proceso que involucra el crecimiento del niño de forma integral por todos los hilos de desarrollo: cognitivo, emocional, social, físico, moral y espiritual. Porque los niños crecen según horarios diferentes, la enseñanza es flexible y mas individualizada. Métodos de evaluación se centran en cada niño y miden el crecimiento de cada individuo con el tiempo (Armstrong 2006).